

Todo sobre la compensación de carbono 🌳
Unas cifras sobre transporte y medio ambiente:
El transporte es el segundo sector más contaminante del mundo, justo después de la producción de energía y electricidad. Representa un 24,6 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero a nivel global.
Entre los medios de transporte de larga distancia, el avión es el más contaminante: es responsable, él solo, del 2,8 % de las emisiones globales. Aunque algunas aerolíneas, como Air France, ya han hecho grandes esfuerzos para reducir sus emisiones, todavía queda un largo camino para que los aviones se consideren «neutros en carbono». De hecho, ese es el objetivo que se ha fijado la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) para 2050.
¿Qué es la neutralidad de carbono?
Hablamos de neutralidad de carbono cuando la cantidad de emisiones liberadas en la atmósfera es igual a la cantidad de emisiones absorbidas por los llamados sumideros de carbono. Los dos principales sumideros son los océanos y los bosques.
Es decir, para lograr la neutralidad de carbono, tenemos que emitir solo lo que la naturaleza puede absorber en un periodo determinado.
🔧 ¿Cómo alcanzarla?
Hay dos grandes ejes necesarios para alcanzar este objetivo:
1. La reducción de emisiones
Parece lógico: la manera más eficaz de reducir nuestro impacto es utilizar productos o servicios que generen menos (o nada) de CO₂ al usarlos. En el caso del transporte de larga distancia, esto significa, por ejemplo, preferir el tren al avión.
Para que te hagas una idea:
En un trayecto de 500 km, un avión emite 130 veces más CO₂ que un tren de alta velocidad (115 kg frente a 0,865 kg).
En ese mismo trayecto, un autobús térmico (no eléctrico) emite 6,5 veces menos que el avión (17,6 kg CO₂e).
Ojo: no todos los trenes emiten la misma cantidad de CO₂. Depende de su tipo, su funcionamiento y del país. Para comparar, puedes visitar el sitio de la ADEME, que usamos para calcular las emisiones de trenes, autobuses y aviones en Kombo.
2. El desarrollo de sumideros de carbono
Reducir emisiones está muy bien, pero no siempre es suficiente para llegar a cero.
A veces, viajar en tren no es una opción:
Es más caro o más lento.
Es imposible si viajas a destinos como Nueva York, Tokio o Buenos Aires.
Ahí entra en juego la compensación de emisiones: consiste en absorber el CO₂ emitido por una actividad, para neutralizar su impacto con el tiempo. Hoy en día existen programas y asociaciones que permiten compensar tus emisiones participando en proyectos ecológicos.
Estos proyectos desarrollan los sumideros de carbono, especialmente los bosques (la reforestación permite absorber más CO₂). En cambio, los océanos no pueden “crecer”, así que solo se pueden mantener.
Eso sí: el desarrollo de los sumideros no basta por sí solo. La compensación sirve para lo que no se puede reducir. Por eso, estos dos ejes deben complementarse y aplicarse en orden para que la lucha contra el cambio climático sea efectiva.
🚄 ¿Y Kombo en todo esto?
Comprar en Kombo es viajar con un actor comprometido con el medio ambiente, gracias a estos dos ejes:
En primer lugar, porque ofrecemos la mayor variedad de transporte terrestre en Europa (tren, autobús, coche compartido).
Y además, gracias a nuestros algoritmos inteligentes de combinación, encuentras trayectos únicos que muchas veces son más baratos, más rápidos… ¡y también más ecológicos!
Por otro lado, tenemos un programa de compensación voluntaria en todos los billetes de avión que vendemos.
Te mostramos las emisiones de CO₂ de cada trayecto, y puedes compensarlas en un año como máximo gracias a nuestra asociación con Tree Nation, encargada de plantar árboles por ti en Nepal.